¡Por infancias y adolescencias trans libres de adultocentrismo!

Publicado el 30 de Abril, 2024
"Eres muy pequeñe para entenderlo”, “tas muy verde”, “cuando crezcas lo entenderás”. Estas son algunas frases comunes que escuchamos en el día a día. Son tan comunes, que nos parece normal escucharlas y hasta repetirlas a diestra y siniestra; sin embargo, las tres tienen algo en común: son expresiones clásicas de cómo se manifiesta el adultocentrismo.

El adultocentrismo es una práctica social en la que valoramos más las opiniones, acciones y decisiones de las personas adultas, (desde los 30 años hasta los 60). Para quienes no cabemos dentro de ese rango de edad, tenemos un papel considerado secundario en la sociedad y, por lo tanto, las políticas no se centran en nuestras necesidades y no se nos considera como agentes autónomos o incluso como sujetos de derechos.

Dos ejemplos sencillos para entender esto es cuando para acceder a servicios de salud sexual y reproductiva, como consejería o información sobre sexualidad, algunxs médicxs siguen pidiéndole a las adolescencias el acompañamiento de una persona adulta, o bien, cuando en los trámites legales para el reconocimiento de la identidad de género piden un mínimo de edad para ser efectuados y tener validez.

Esto es problemático principalmente porque reduce el valor de una persona a su productividad (gracias, capitalismo), y porque iguala un número como la edad a una etapa de desarrollo, como si cumplir años fuera pasar de nivel en un videojuego e ir desbloqueando nuevos poderes. Las personas no somos lineales y nuestro crecimiento tampoco. Una edad no dice nada sobre nosotres más que cuantas vueltas ha dado el sol a su órbita desde que nacimos. Punto.

Aunque en inglés se le conoce como ageism y se traduce a ‘edadismo’, abordamos el término ‘adultocentrismo’ porque nos indica que no sólo existe este fenómeno cuando se usa la edad como criterio de exclusión, sino que pone de manifiesto que solemos poner a las personas adultas en el centro de la ecuación y, por lo tanto, eso nos convierte a las infancias, adolescencias, juventudes y adultxs mayores en personajes secundarios, sin agencia y con autonomía limitada.

Es decir, aunque como tal no haya una barrera explícita que nos excluya por la edad, quienes nos vemos afectadxs por el adultocentrismo vemos nuestra capacidad de tomar decisiones limitada a una aprobación por parte de una persona adulta, lo cual lleva al cuestionamiento de si podemos o no tomar decisiones “importantes”.

Esto tiene un impacto diferenciado en poblaciones específicas. Para las infancias y adolescencias de la disidencia sexual estas creencias particularmente nos afectan en temas de identidad y expresión de género.

Desde Infancias Trans AC nos comparten que “la primera gran barrera para personas menores de 18 años es nombrarse públicamente, dado que no está normalizado e incluso es desconocido el poder enunciarse como persona Trans y/o No Binarie, por lo tanto las familias reaccionan con extrañeza, miedo, postergamiento e incluso rechazo o anulamiento.”

Para apoyar el reconocimiento de las infancias y adolescencias trans y no binaries podemos ofrecer amor, comprensión y libertad para que se sientan acompañades y cuidades en sus procesos de autodescubrimiento.

Algo tan esencial como mostrar su identidad se ve atravesado por frases como “estás muy pequeñx para saber eso” o “no tienes edad para decidir todavía”. Esto puede llegar a afectar emocionalmente, sintiendo inseguridad o dudas, además de que se pueden presentar sentimientos de ansiedad, tristeza y/o desconfianza, ésta última dirigida hacia la persona de donde provinieron estas frases, sean xadres, profesores, cuidadores y otras personas que están en su entorno inmediato. ¿Cómo podemos las infancias, adolescencias y juventudes construir redes de apoyo sólidas si en nuestro entorno inmediato no tenemos personas que respeten nuestra autonomía y nos respalden?

Estas mismas frases son retomadas de igual forma para la orientación sexual. Como mencionan, “los primeros pensamientos acerca de esto es “está confundide, está jugando como cuando se siente Spiderman (pensamiento mágico), lo contagió alguien de la escuela” ya que se confunde que el género es una preferencia o algo que tiene que ver con la orientación sexual, o es una moda o etapa de confusión; las familias se comienzan a cuestionar si hubo señales o que se hizo mal en la crianza” agregan desde Infancias Trans.

Al replicar estas frases, se invalidan sentires, afectos e identidades pretendiendo confirmar que les adultes saben más que las infancias y adolescencias (¡y todavía acerca de nuestros propios sentimientos y experiencias!).

“Hay xadres que piensan que es parte del pensamiento mágico o juego y les dicen que ya pasará, que pueden decidir después de los 18 años”. Aquí es cuando preguntamos ¿cómo es que no somos muy jóvenes para saber que somos heterosexuales, pero sí somos muy jóvenes cuando se trata de rechazar esa heteronorma?

Una crianza bien dada es aquella que nos llena de amor, compresión, juego y libertad para explorarnos, sintiéndonos acompañades y cuidades en el proceso. Como xadres de familia, no se tiene que ser expertes en todos los temas ni de diversidad sexual ni de personas trans, pero sí sugerimos que sean expertes en brindar ese acompañamiento y comprensión hacia les hijes.

Desde Infancias Trans nos comentan que “hay personas consideran que es por falta de figura materna, paterna, deseo materno, confusión de roles o masculinidad/feminidad. Otras personas creen que es por moda/tendencia, redes sociales o películas”, Sabemos que esto no es así, ¡los roles nos hacen falta sólo si son de canela!

Que a las infancias, adolescencias y juventudes nos guste estar a la moda e, inevitablemente como TODAS las personas (sí, incluso las adultas), seguimos tendencias, eso no significa que nuestra identidad y expresión de género u orientación sexual cambia tan rápidamente como nuestras ropas o que le damos menos “seriedad”. Este es un proceso de autodescubrimiento que nos toma experiencia, reflexiones, y otros procesos para poder identificarnos. Le damos la importancia que nosotres elegimos ¡y ni modo!

4 formas en que combatimos el adultocentrismo para el reconocimiento de las infancias y adolescencias trans y no binaries. 1) Siendo personas cercanas que ofrecen acompañamiento y confianza. 2) Ofreciendo nuestra escucha  sin asumir, ¡que elles nos digan qué necesitan!. 3) Dándoles la libertad, juego y flexibilidad para explorar sus identidades. 4) Rechazando los roles de género e imposiciones. ¡Nada de “debe ser así y ya”!

Infancias Trans nos comparten que algunes xadres “consideran explorar si es algo neuronal o psiquiátrico, desde las narrativas de que aún no hay madurez cerebral (corteza prefrontal) y por lo tanto no pueden “tomar una decisión”, incluso muchas personas dicen que hagan lo que quieran pero después de los 18-21 años”. Como si las infancias, adolescencias y juventudes trans, no binaries o pertenecientes a la disidencia sexual no existiéramos hasta la mayoría de edad. ¡También fuimos, somos y seremos niñes, adolescentes y juventudes disidentes, trans, no binaries, sáficas, lenchas, bisexuales, pansexuales…!

El adultocentrismo también se manifiesta de formas más severas, actuando como una barrera para el goce de los derechos de las infancias y adolescencias trans, las cuales hasta hace poco tenían que esperar hasta cumplir la mayoría de edad para tramitar sus documentos legales con su identidad de género correcta. Actualmente, gracias a la acción de inconstitucionalidad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2022, se reconoce su derecho al libre desarrollo de la personalidad y el derecho a la identidad de género desde la infancia.

Aunque este es un gran avance, tan solo en 3 estados (Ciudad de México, Morelos y Oaxaca) del país se reconoce la identidad de género de infancias y adolescencias trans a partir de los 12 años.

¿Y qué hay de les más jóvenes? Como sabemos, todes empezamos a construir y descubrir la identidad de género desde la primera infancia. Incluso a la edad de 6 años hay algunes niñes que ya saben que no se identifican con el género que les fue asignado al nacer, ¡hay que escucharles, creerles y brindarles las herramientas para que puedan vivir su género de manera libre, segura y plena! Sin imponerles nuestra visión sobre lo que debería de ser o cómo deberían de actuar. ¡Que elles nos digan!

En este Día de las Infancias, queremos recalcar que lxs niñxs y adolescencias no siempre nos enunciamos necesariamente como trans o no binaries de primera mano, sino como quienes somos, como quienes siempre hemos sido, como nos gustaría ser/vernos, y también como lo que no somos, a veces sin emplear el término trans o no binarie.

Y está bien, procuremos entre todes espacios seguros llenos de cariño y paciencia para que nos mostremos tal y cual somos. Si no existe la flexibilidad para explorar nuestra identidad ahora, ¿cuándo?

Acercarnos a expertes como Infancias Trans AC es también una forma de continuar comprendiendo a las personas trans y no binaries, sus necesidades y cómo podemos apoyarles de la mejor manera. Puedes leer sus recursos disponibles aquí.